IV
Te invito a rememorar la crucifixión de Cristo, lo cual se entiende como Su sacrificio por la humanidad. Hace un poco más de 2000 años Jesús fue apresado y llevado ante el Sumo Sacerdote de los judíos para ser interrogado ante el Concilio. Allí fue escupido, abofeteado, y recibió puñetazos con sus ojos vendados, y se burlaban de Él (Mat. 26:67; Luc. 22:63-65); fue donde hirieron su rostro según la profecía de Isaías 50:6, y esto es solo una muestra del escarnio que vivió en ese momento camino al calvario. Y todo, por la respuesta que dio al Sumo Sacerdote de los judíos en Marcos 14:62 “Yo soy. Y ustedes verán al Hijo del Hombre sentado a la derecha del Poderoso, y venir en las nubes del cielo.”
En el intermedio de esta acción apreciamos con gran dolor el paso del Rey de un patíbulo al otro, y llega hasta el mismo trono de Herodes donde éste no encuentra causa para sentenciarlo y lo devuelve al Gobernador.
Pilato, azotando a Jesús trató de liberarlo de la cruz, aunque el azotamiento no era parte del proceso de la crucifixión; es posible que lo haya hecho para que la multitud quedara satisfecha con ese castigo y cambiara su deseo de crucificarlo. Y Poncio Pilato[1], cargado de muchas dudas, lo condenó a morir cambiándolo por un delincuente[2] de los tres que crucificarían ese día. La muerte de Jesucristo fue un sacrificio completo, todo se llevó a cabo para procurar tu salvación por la eternidad.
Ahora quiero invitarte a que vengas conmigo a contemplar hoy en el Calvario, querido(a) lector(ra), el madero donde clavaron, o como también se entiende, “colgaron” a Jesús, el Salvador del mundo. La cruz está vacía, pero ella nos revelan algunos aspectos resaltantes de estos hechos que deben tocar nuestras vidas en forma dramática. La Cruz vacía nos habla sobre una corona; unos clavos; sobre el flagelo del látigo, el abandono y la muerte. Así que lee con atención para que cada aspecto explicado tenga en ti razones para glorificar el nombre del Salvador. Comencemos; en primer lugar, te compartiré de la burla de una corona de espinas colocada sobre la cabeza de Jesús (Mar.16:16-17). Amiga, amigo, la Cruz vacía recuerda que allí se burlaron del Señor Jesús colocando sobre sus sienes una espinosa corona.
LA BURLA DE UNA CORONA
El símbolo de las espinas es perversidad, escarnio, dolor, castigo (Gen. 3:17-18; Núm. 33:55; Prov. 22:5). Las espinas en la sien de Jesús son el fruto de nuestros pecados, llevados por Cristo en Su propio corazón. Representa nuestra vergüenza, nuestro miedo, nuestra deshonra, nuestro desaliento, nuestra ansiedad. Esa es la zarza que atrapó nuestros corazones y, en pocas palabras, el pecado.
Jesús no experimento el pecado, nosotros si. Hemos experimentado angustia, turbación, ofuscación, ¡El nunca se turbo! nosotros si. Hemos experimentado culpa. El nunca fue culpable de nada, nosotros si. Hemos experimentado Miedo, Él nunca lo experimentó, ni siquiera en Getsemaní, El no sintió miedo; En el jardín de Getsemaní su preocupación no era morir en la cruz, su única preocupación era no llegar vivo a la cruz.
Pero cuando emitió las palabras “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?” fue porque nuestro pecado, nuestro desprecio, nuestra desobediencia, como espinas atravesaban su corazón y el sintió nuestro miedo, nuestra ansiedad, nuestra culpa. Esas no eran las palabras de un santo, era el clamor del Hijo de Dios por un pecador, tú. Aquel Hijo de Dios cambio de corona, la corona que tenía en los cielos, la cambió por la corona terrenal de espinas, y lo hizo Jesús por ti y por mi. ¿Qué harás tu, para responder ante ese gesto, ante ese dolor? Jesús se expuso a …la burla de una corona y también al suplicio del látigo, ardiendo de dolor en cada azote, en el poste, con dos verdugos, uno a su lado derecho y el otro a su izquierdo, y cada uno con un látigo romano, llamado cola de gato, fue así que Jesucristo paso por el suplicio del inclemente castigo (Marcos 15:15).
EL SUPLICIO DEL AZOTE
“Pilatos…mandó que azotaran a Jesús”.
Ven acompáñame, mira la Cruz, ella nos recuerda que Herodes se mofa de Él y lo regresa a Pilato este lo manda a azotar para no crucificarlo.
Pero la insistencia del pueblo con sus gritos: “crucifícalo” pudo mas. Dice Marcos 15:15 “Pilato optó por complacer al pueblo y puso en libertad a Barrabás; luego mandó que azotaran a Jesús, y lo entregó para que lo crucificaran.” Mas de 120 golpes con el látigo, dados por dos fuertes verdugos, uno más alto que el otro, diestros en su oficio, los cuales, puesto uno a cada lado del reo le cubrió metódicamente con sus golpes toda la superficie del cuerpo (tórax, abdomen, brazos y piernas), sin dejar espacios
Así aparece Jesús: herido y sangrante conforme a lo que había predicho el profeta Isaías: “…Su semblante fue de tal manera desfigurado, que no parecía un ser humano; su hermosura no era la del resto de los hombres…” (Isaías 52:14). También Isaías 53:3 dice que lo despreciamos, que lo rechazamos en el momento mas doloroso de su vida, le dimos la espalda y desviamos de Él nuestra mirada… lo despreciamos, y no nos importó…”
Cada azote dejo en su cuerpo una llaga de dolor por la más cruel y mortal enfermedad del hombre: EL PECADO. No permitas que el pecado flagele tu existencia; no permitas que el pecado haga que desprecies a Jesús, que apartes tu mirada de Él, que no te importe su sacrificio. Jesús se expuso a …la burla de una corona, al suplicio del azote, y nos recuerda esa cruz que en su cuerpo incrustaron… tres clavos de ocho pulgadas de largo cada uno, recuerda, fueron tres clavos (Marcos 15:24)
TRES CLAVOS QUE HABLARON DE TI
Sube ahora conmigo al monte de la Clavera, mira conmigo hoy la cruz vacía, Él ya no está allí, pero si usas tu imaginación, podrías vislumbrar como estiran sus brazos para poder llegar al punto exacto donde debe ir el clavo en el madero.
Un soldado con sus rodillas detiene el brazo del Señor para poner el clavo. Martilla, martilla, martilla... sobre las mismas manos que acariciaron a lo niños, que dieron de comer a los hambrientos, que sostuvieron a Pedro en el mar, que abrazaron, que sanaron, que enseñaron. Las manos que calmaron la tempestad, que resucitaron muertos...
Metieron otro clavo para sujetar sus pies a la cruz. Martillaron sobre sus pies una y otra vez, hasta que el gran clavo había penetrado completamente desde sus pies al madero. Clavaron sus hermosos pies, esos que deambularon los caminos polvorientos de Galilea, que anduvieron en el Templo de Jerusalén, aquellos en los que la mujer pecadora de Lucas 7:44-46 regó con sus lágrimas y los secó con sus cabellos (Lucas 7:36-50), Y ante el gran dolor no puso resistencia, porque nos amaba, esa fue su razón, pues en cada golpe del martillo vio tu rostro, en cada golpe del martillo sobre el clavo que le atravesaba, leyó tu nombre, miro tu pecado, una larga lista de pecados… vio tus concupiscencias, tus mentiras, tus momentos de avaricia, tus años de perdición, tus malas decisiones, tus malas actitudes. ¡Allí Él vio la lista! El sabía que el precio de esos pecados era la muerte, y por eso tomó tu lugar, no quería entrar al Paraíso, a la eternidad sin ti.
Ven conmigo, mira la cruz, está vacía, pero habla así de que en un día oscuro y tenebroso colgaron al inocente, y lo colgaron desnudo totalmente, allí lo levantaron desnudo ante su madre, para avergonzarlo ante sus seres amados, ante la muchedumbre que lo siguió, que comió de su mano, que se alimento de Su Palabra. Lo habían despojado de su ropa para que en lo alto de esa cruz se vistiera con el ropaje de la indignidad del pecado, dice la Palabra en 1 Pedro 2:24 “Él mismo llevó en su cuerpo nuestros pecados al madero, para que nosotros, muertos ya al pecado, vivamos para la justicia. Por sus heridas fueron ustedes sanados (Ver también en Isa. 53:5).
Ven a la cruz que hoy está vacía y míralo a Él, el vestido de su desnudez fue nuestro pecado: el tuyo, el mío, y el de toda la humanidad. Se vistió con nuestra miseria, con nuestro despojo, con nuestro pecado. En la Cruz Jesús sintió el gélido enojo de un Dios que odia el pecado. Y fue Jesús sobre su cuerpo quién llevó al madero tu pecado el mío *(1 Ped. 2:24). Su Padre se apartó de Él, no podía verlo más por lo que cargaba sobre si; y entonces Cristo gritó: “Dios mío, Dios mío ¿Por qué me has abandonado?”, y así se resignó, renunció solo para que tu nunca tengas que experimentar lo mismo.
No cierres tus ojos a lo que vez en esa cruz vacía, no cierres tu mente a este mensaje, pon tu confianza en Cristo y atiende su llamado. Cada golpe del martillo sobre los clavos hizo que un grito de dolor saliera de su boca. Jesús sufrió por ti, no lo abandones tú, si lo haces, si lo ignoras, si no lo escuchas perderás la oportunidad de ver algún día en sus manos y en sus pies las heridas que causó nuestro pecado.
Jesús se expuso a …la burla de una corona, al suplicio del azote, y en su cuerpo incrustaron tres clavos que hablaron de ti, y la deuda fue pagada.
LA DEUDA HA SIDO PAGADA
“Consumado es”
(TELE-TES-TAI)[3]
Cuando Jesús hubo tomado el vinagre, dijo: “Consumado es”:
- “Consumado es” … la frase que dice: “el acto del sacrificio está totalmente cumplido”.
- “Consumado es” … la frase que dice: “la deuda se ha pagado totalmente, que la obra ha sido concluida, que el precio por tu pecado ha sido pagado.
- “Consumado es” … la frase que el diablo no quería escuchar porque esto significa que la humanidad ahora puede confiar en Jesús para la salvación de su alma.
- “Consumado es” … es la frase del triunfo, de la victoria, de la gloria, porque el Cordero de Dios que quita el pecado el mundo ha terminado su obra, la ha concluido, Él ha pagado.
Jesús pagó con sangre y dolor el
precio de tu pecado y el mío. El canceló
la deuda que tu tienes con Dios. Cada
vez que veas la cruz recuerda esa frase ¡Consumado es!
Ven a ver, la cruz está vacía, pero ella habla y recuerda que Jesús se expuso a la burla de una corona, al suplicio del azote, y en su cuerpo desnudo incrustaron tres clavos que hablaron de ti, y así la deuda fue pagada “Consumado es”
El Sábado, ya no hubo más burlas, no hubo bullicio, no hubo dolor, ni oscuridad, el Sábado la gloria de Dios brillaba, y sigue brillando. La Cruz Vacía en el monte Calvario dijo, el pecado a ha sido derrotado, el diablo no pudo contra el Salvador.
Mira la Cruz Vacía, ¿qué dice? Ya no hay mas burlas; y ante la densa oscuridad que duro tres horas en aquel momento, ella dice: ya no hay oscuridad, ante el terremoto que sacudió la tierra desde sus cimientos, donde las rocas rodaron y el velo del templo se rasgó de arriba hacia abajo, y los sacerdotes del templo, y los soldados, todos ellos se pasmaron, el rey Herodes, el gobernador Pilatos temblaron de pavor.
¡Se han acabado los tormentos de la maldad y del pecado!
¡Se ha llevado acabo el ideal y el mandato de Dios en cuanto al sufrimiento!
¡Y fue por Dios anulada la ley escrita que estaba en contra de nosotros, pero Dios le puso fin por medio de la muerte de Cristo en la cruz Dios les quitó el poder a los espíritus que tienen autoridad, y por medio de Cristo los humilló delante de todos, al pasearlos como prisioneros en su desfile victorioso! Es lo que escribe por inspiración del Espíritu Santo el apóstol Pablo en Colosenses 2:14-16.
"Jesús dio su vida por ti, Él dio su sangre por ti, fue sacrificado, te salvó por gracia… dejó su trono de esplendor, su corona, todo lo dejó para rescatarte". Él sufrió, reproches, aflicción, bebió la copa amarga de la ira de Dios, y todo para traerte el don de salvación por el amor del Padre… Él hizo ese sacrificio por ti… Él te pregunta ahora ¿qué has dado tu por mi? ¿qué dejas tu por mí? ¿qué sufres tu por mi? ¿qué ofreces tu por mi?
Ven conmigo, ven a ver, la Cruz está vacía, hoy es día de Gloria para el Altísimo. Ahora no te pregunto ¿Cuál es tu respuesta ante la cruz? Mi pregunta es querido lector o lector o querida lectora, ¿Cuál es tu respuesta para el que pagó el precio de tu pecado en es cruz? Él te invita a que hoy tu le expreses desde tu interior tu arrepentimiento por el pecado que Él llevó sobre si mismo, Él te invita a que tu abras tu vida, tu corazón para que Él pose allí, para que tu seas su morada y sientas su presencia para siempre, para que tus miedos de disipen, para que Él te acompañe en el camino, para que con su sacrificio en el Calvario Él sea tu Salvador. Amen
Si esa es tu decisión te invito a que les algo muy corto. Pero muy importante antes de que abandones esta página… lee “Día de Reconciliación” <--- Haz Clic aquí.
[1] Poncio Pilato desempeñó el cargo de prefecto de la provincia romana de Judea desde el 26 dC. hasta el 36 ol 37 dC.
[2] Barrabas: (Marcos 15:6-15)
[3] ”Consumado es”… τετελεσται … es una palabra griega que se usa para expresar que el saldo la deuda ha sido cancelado.
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