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(1) EL SIERVO SUFRIENTE - Isaías 53:4-6

 

 

 

Con todo, él llevará sobre sí nuestros males, y sufrirá nuestros dolores, mientras nosotros creeremos que Dios lo ha azotado, lo ha herido y humillado. Pero él será herido por nuestros pecados; ¡molido por nuestras rebeliones! Sobre él vendrá el castigo de nuestra paz, y por su llaga seremos sanados. Todos perderemos el rumbo, como ovejas, y cada uno tomará su propio camino; pero el Señor descargará sobre él todo el peso de nuestros pecados.

 

¿Cuál es el sentido del sufrimiento? ¿Por qué sufren los justos? ¿Por qué suceden cosas malas a la gente buena? ¿Por qué suceden cosas buenas a la gente mala? Ustedes han hecho esas preguntas en momentos tranquilos de reflexión.

 

Isaías prueba el sentido del sufrimiento más allá del Trabajo. El sentido del sufrimiento se encuentra en la expiación vicaria, sustitutiva que se traduce en plena redención del pecador culpable. En el Siervo sufriente que vemos el sufrimiento puro para el profano y lo impuro, y el sufrimiento justo por los injustos. Isaías ve el sufrimiento acumulado en el Siervo de ser herido, golpeado, castigado, traspasado, plagado, aplastado -- no por sus propios pecados, sino por los nuestros. Llevaba en su propia persona los pecados del mundo. Yahvé dio su santo y propio Suplente por el impío.

 

En el pasaje de Isaías se nos explica la razón por el sufrimiento sin comparación del Vicario Divino. Es como si el profeta se encuentra debajo de la cruz de Jesúscristo con María, Marta y Juan, y ven intensamente en el cuerpo sangrante del Salvador en sufrimiento.

 

Isaías se concentra en el Sustituto o Vicario Divino que sufre en nuestro lugar. Ahora que nos encontramos al pie de la cruz con Isaías, lo vemos tomando nuestro lugar. Él hace expiación por nuestro pecado. Él murió por ti y por mí. Quizá no hay mejor o gran comentario sobre esta estrofa 2 Corintios 5:21: Dios hizo el siervo "Al que no cometió ningún pecado, por nosotros Dios lo hizo pecado, para que en él nosotros fuéramos hechos justicia de Dios (RVC)". Isaías nos lleva directamente a la cruz, y como si estuviésemos allí ese mismo día, el profeta nos presenta al Siervo Sufriente y la Razón de su Desolación (v. 4).  

 

"Ciertamente llevó él nuestras enfermedades y sufrió nuestros dolores,

¡pero nosotros lo tuvimos por azotado, como herido y afligido por Dios!"

 

La palabra que el profeta utiliza para "enfermedad" en el versículo 4 es una profecía cumplida antes de que Jesús fuese a la cruz y se evidencia claramente en Mateo 8:17 (leamos): “Esto sucedió para que se cumpliera lo dicho por el profeta Isaías:  «Él cargó con nuestras enfermedades  y soportó nuestros dolores.” (NVI).  Y en VRV dice: ”para que se cumpliese lo dicho por el profeta Isaías, cuando dijo: El mismo tomó nuestras enfermedades, y llevó nuestras dolencias.“    por lo tanto esta porción de Isaías se refiere a las enfermedades físicas a las dolencias; yo lo parafraseo de esta forma: 

 

Pero el hecho es que fueron nuestros dolores los que cargó,

nuestras desfiguraciones, nuestras deformaciones,

nuestras fealdades, nuestras deficiencias,

todas las cosas malas de nosotros.

Pensamos que se lo buscó Él mismo,

que Dios lo estaba castigando por sus propios fracasos.

Pero fueron nuestros pecados los que le hicieron eso,

fueron nuestros pecados que lo desgarraron y lo aplastaron,

¡nuestros pecados!

Él tomó el castigo, y eso nos hizo justos.

A través de sus heridas somos sanados.”

 

Quiero referirme al hecho de que Jesús sana a los enfermos, a los que padecen de mala salud física, y de eso no hay duda. Él no necesitó morir para sanarnos, lo hizo antes de la cruz y lo sigue haciendo después de la cruz.  Pero, y ¿qué de la enfermedad del pecado?  Jesús sufrió por nuestra rebelión, y fue por nuestra iniquidad (perversidad, maldad, corrupción, depravación, inmoralidad, infamia.) no fue por cualquier cosa, esa palabra “iniquidad” encierra el tenebroso mundo del pecado ¡Aleluya! Por que Dios, no hizo recaer su ira sobre nosotros, Jesús bebió la copa de la ira divina; Cristo fue el sustituto y se hace referencia a este pasaje de Isaías 53:5 y 6 en el Nuevo Testamento de la siguiente manera en 1 Pedro 2:24-25: “Él mismo, en su cuerpo, llevó al madero nuestros pecados, para que muramos al pecado y vivamos para la justicia. Por sus heridas ustedes han sido sanados. Antes eran ustedes como ovejas descarriadas, pero ahora han vuelto al Pastor que cuida de sus vidas. “(NVI). y en RV60 dice: “quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados. Porque vosotros erais como ovejas descarriadas, pero ahora habéis vuelto al Pastor y Obispo de vuestras almas.

 

También el profeta Isaías presenta a Cristo como la victima, en dolores y tristezas: No es solo la tortura del látigo romano, no es solo el peso del madero, la indignación de los golpes en su rostro y todo el trayecto tormentoso hacia la cima del Monte Calvario, es mucho más, es un agudo dolor en su corazón, en su alma por ti y por mi. 

o   Jesús levó nuestras penurias y nuestros malestares, tu sufrimiento y el mío. 

o   Jesús sufrió a causa de identificarse con nosotros.

o   No es el objetivo de la ira divina a causa de algo que Él haya hecho.

·      Él está muriendo como un sustituto.

·      Él está muriendo en tu nombre.

·      Él fue al calvario bajo la más cruda y cruel tortura y así llevó nuestras penas y dolores. "El sustituto divino, el verdadero vicario lleva el pecado y sus consecuencias que solo a nosotros nos pertenecen, los pone sobre sus hombros, es decir, que las carga sobre sí mismo, y se las lleva, y así nos libra de la ira del Dios Todopoderoso.” 

 

Jesús tomo la deuda del pecado que nos pertenecía y debíamos haber pagado al Supremo Juez, y probó en la cruz el propio fallo del Magistrado Divino, sólo allí dijo en ese momento: “eli eli ¿lama sabachthani?“  - “Dios mío, ¿por qué me has desamparado?  Es una cita directa de Salmos 22:2. Parece una ironía un sarcasmo, pues durante toda su vida en la tierra, el Hijo había disfrutado la presencia y deleitosa compañía del Padre, pero en este momento tan decisivo, el Padre se alejaba.  El Padre por un corto tiempo le retiraba su apoyo. ¿Por qué? fue por causa de nuestra liberación. No pronunció esas palabras porque estuviera desesperado, sino porque estaba sufriendo la agonía suprema: la que sufren los hombres por consecuencia de su pecado—la separación completa de Dios, su Hacedor. En cierto sentido, este es un grito de victoria. La fe de Cristo no vacilaba, sino que, en medio de aquella gran angustia de su aparente soledad, todavía estaba firme en la fe en su Dios. Todavía podía decir: “Elí, Elí (“Dios mío, Dios mío”).  

 

Jesús se convirtió en nuestro sustituto por nuestro pecado y murió en nuestro lugar. El castigo de Jesucristo fue vicario. La definición del diccionario de la palabra "realizado o sufrido por una persona que sustituye a otra    El apóstol Pedro reconoció esta gran verdad cuando dijo Cristo "Él mismo llevó nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia. ¡Por su herida habéis sido sanados!" (1 Pedro 2:24). Se convirtió en nuestro sustituto y llevó nuestros pecados.

 

Entonces ¿Cuáles son las consecuencias de nuestros pecados? Tu conoces la respuesta, tu sabes muy bien que vivimos en los días en que la gente quiere la libertad para hacer lo que quieren, pero no quieren asumir la responsabilidad y subsiguientes consecuencias de sus decisiones. Dios le da libre albedrío a la gente para elegir como vivir, pero la gente no es libre de sortear las consecuencias de ese estilo de vida.   Pero nosotros lo tuvimos por azotado, como herido y afligido por Dios!"  (v. 4b, c).

 

Jesús trata con la raíz del sufrimiento - nuestro pecado. Este pasaje no enseña que "la fe salvífica de la cruz cura" (teoría de la curación o sanidad del cuerpo), ¡no! Lo que Jesús le preocupaba era nuestra enfermedad espiritual. Somos pecadores y necesitamos la salvación de nuestros pecados. Jesús murió como nuestro Sustituto divino.

 

Por esto Jesús experimentó en si mismo grandes sufrimientos; Él es el Siervo cuyo castigo tuvo una cognición, una razón (v. 5). Observe los verbos fuertes que Isaías usa para describir la sentencia extrema dolorosa de Dios en el sufrimiento. "Más él fue herido por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados. Por darnos la paz, cayó sobre él el castigo, y por sus llagas fuimos nosotros curados."    

la muerte de Jesús es violenta y lúgubre. (sombría, tétrica) A causa de nuestras transgresiones, él fue traspasado a través de la muerte. Sigamos de cerca algunas de las expresiones que usa Isaías, las palabras que describen el sufrimiento de Jesús:

 

o   "Él fue molido por nuestros pecados":  Él fue "aplastado, roto en pedazos, destrozado" por nuestros pecados. Él fue totalmente destruido a causa de nuestros pecados.  Él llevó nuestros pecados en el sentido más amplio del significado y quedó completamente destruido como consecuencia de ese castigo. Nuestras transgresiones y nuestros pecados fueron la causa de su sufrimiento la sentencia violenta de Dios. Dios ejecuta su juicio sobre el Sustituto divino. Fue una muerte violenta, trágica, lenta, dolorosa… Luego, nos preguntamos ¿Por qué Dios escogió esta muerte para Su Hijo?   Dios lo hizo por la garantía que tenía que tener por causa del pecado de la humanidad.  Una victima inocente con una vida perfecta, un hombre completamente libre de pecado, un sustituto inocente de toda culpa. Si hubiese sido culpable habría sido una farsa en la justicia que dicen que Él murió en nuestro lugar.  Nuestro sustituto llevaba la pena que justamente merecíamos.  La única persona que ha vivido una vida perfectamente capaz de morir en el lugar del otro, es Jesucristo. "Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos.... Pero Dios muestra su amor para con nosotros, en que, siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros" (Romanos 5: 6, 8 -RV60).

 

Otra expresión que usa Isaías, y que describe el sufrimiento de Jesús es...

 

o   El castigo de nuestra paz fue sobre Él” Nuestra paz fue adquirida por su "castigo". Como resultado de su castigo, él ha obtenido la totalidad de nuestra paz con Dios.  La paz con Dios es el resultado de una relación perfecta con Él, sólo como el Hijo vive esta relación con el Padre.  La causa de la enemistad del pecado debe ser eliminada. El pecado debe ser castigado "Porque la paga del pecado es muerte." La muerte de Jesucristo como nuestro sustituto vicario aplaca la ira de Dios y la aleja de nosotros.

   

También el profeta describe el sufrimiento de Jesús con la expresión…

 

o   "Y por su llaga fuimos nosotros curados" (v. 5d). "Por sus heridas hemos sido curados." Es por sus heridas que la sanidad de la imperfección que causa el pecado, vino a nosotros. La palabra "Curación" en el versículo cinco es una metáfora para el perdón. Sus llagas nos han hecho sanos espiritualmente, El nos curó.â  Sus heridas fueron las cicatrices abiertas y sangrantes en su cuerpo por los azotes que recibió de sus verdugos y los golpes de la gente en su rostro. Su cuerpo estaba cubierto con sangre y llagas que dejan los latigazos. Debido a su dolor, a su pena, tenemos la curación de la terrible enfermedad del pecado y todas sus consecuencias.  Por su llaga nosotros hemos recibido la curación espiritual y la reconciliación con Dios.

 

¿Dónde en las escrituras se cumple esta profecía?  En el Nuevo Testamento, versión RV60, en la primera carta de Pedro capítulo 2 versículos 24 y 25 dice: "quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados. Porque vosotros erais como ovejas descarriadas, pero ahora habéis vuelto al Pastor y Obispo de vuestras almas." La profecía de Isaías se cumplió en el madero, al ser torturado y luego morir en la cruz, Jesús curó nuestras vidas de la enfermedad del pecado.   Él recibió con el dolor, con el sacrificio de su muerte nuestra sentencia y  a cambio nosotros recibimos la abundancia espiritual; ahora:

*   Hay curación espiritual;

*   la causa de nuestra muerte espiritual es eliminada por completo;

*   hay sanidad y protección en Su poder;

*   hay perfecta paz con Dios; y

*   la deuda ha sido saldad, pagada en su totalidad!

 

…pero al final surge la pegunta ¿Cuál es la razón de Su sufrimiento? “Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en Él el pecado de todos nosotros." (v.6), somos nosotros, Su iglesia, el Cuerpo de Cristo; somos como un rebaño de ovejas tontas que se han ido por mal camino. Todos estamos necesitados de salvación. "Caminamos por la vida solitaria, abandonada, miserable, separados de Dios y el Buen Pastor, y privado de su cuidado pastoral" (Hengstenberg). Nosotros somos los pecadores que se han desviado cada vez más lejos de Dios. "Cada uno seguía su propio camino" -- no el camino de Dios. Hemos ido a nuestra manera egoísta. Nos convertimos en egocéntricos en lugar de llevar una vida centrada en Dios. "Todos nosotros" tiene la idea de un rebaño de ovejas.  Pero más allá aun, los líderes religiosos, los líderes sociales y “morales”, los reyes, los gobernadores, los que conducen las ovejas han errado, hicieron extraviar a la humanidad. Se dirigió al pueblo al pecado. Más aun ¡No hay esperanza para toda la raza humana, porque pueblo de Dios no había! El salmista confiesa: "Yo anduve errante como una oveja extraviada; ¡busca a tu siervo, porque no me he olvidado de tus mandamientos!" (Salmo 119:176). Jesús tomó nuestro pecado y ocupó nuestro lugar en la Cruz. Nuestro pecado fue la razón de su sufrimiento. El pecado nos separa de Dios. Hay un tremendo abismo entre Dios y nosotros. La parábola de Jesús del Buen Pastor (Juan 10) es muy apropiada aquí. "Yo soy el buen pastor; el buen pastor da su vida por las ovejas (v. 11). Fue su elección clara y voluntaria. Nadie le obligó a hacerlo (10:17-18). Él llevó nuestro castigo. El Eligió eso por nosotros.

 

La única cura para nuestro problema del pecado es la muerte vicaria, sustitutiva de Jesucristo como nuestro Salvador sufriente. ¡Nadie! Ningún hombre o mujer puede ocupar el lugar de Vicario que solo pertenece al Hijo de Dios. Jesús se identificó con los pecadores. Que son los que merecen la ira de Dios. No es extraño que Jesús gritó desde la cruz: "Dios mío, Dios mío, ¿Por qué me has desamparado?" Como Lutero dijo una vez: "Dios abandonado de Dios. ¿Quién puede entender eso?"

 

Ciertamente llevó él nuestras enfermedades y sufrió nuestros dolores,

Mas él fue herido por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados.

Por darnos la paz, cayó sobre Él el castigo y por sus llagas fuimos nosotros curados.

El Señor ha hecho que mi maldad caiga con gran fuerza en Él

 

¿Qué definición daremos a su sufrimiento?

 

Su sufrimiento era vicario.  Su sufrimiento era voluntario.  Su sufrimiento era obediencia sumisa a la voluntad de Dios.  Su sufrimiento fue por cada uno de nosotros.  Su sufrimiento logro nuestra reconciliación con Dios. Su sufrimiento apartó la ira de Dios fuera de nosotros.

Su sufrimiento nos trajo paz con Dios. Su sufrimiento fue del todo suficiente para el pecador.

 

Todas estas declaraciones hablan de la expiación sustitutiva por el pecado. Dios golpeó a Jesús con la culpa que nos pertenecía. Él llevó nuestro castigo por esa culpa. Él murió por "todos nosotros", incluyendo el profeta y sus oyentes. Murió no sólo por nuestros pecados, sino por los pecados de todo el mundo (1 Juan 2:2). Él es la propiciación por nuestros pecados que aleja la ira de Dios.

 

"Asimismo, Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu" (1 Pedro 3:18).

 

LA ORACIÓN, MI CLAMOR A DIOS

 

Es que tomemos en serio las consecuencias de nuestros pecados y transgresiones. "Porque la paga del pecado es muerte." Y no hablo de las consecuencias que tienen para nosotros, me refiero a las consecuencias que llevaron a la muerte en el Calvario a Jesús, "Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros seamos justicia de Dios en Él" (2 Corintios 5:21a).

 

John Piper escribe para exponer todo lo que hizo Jesús por ti y por mí, parafrasea a Isaías 56:4-6 de la siguiente forma: “Ciertamente Jesús llevó nuestras enfermedades y sufrió nuestros dolores, ¡pero nosotros tuvimos a Jesús por azotado, como herido y afligido por Dios!.    Más Jesús fue herido por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados.  Por darnos la paz, cayó sobre Jesús el castigo, y por sus llagas fuimos nosotros curados.  Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros.”

 

 

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â Definión moderna de “Curar” En España se llama "cura" a los sacerdotes. La gente dice "el cura..."

Veamos de dónde viene esa expresión de "cura".

 

La palabra "cura" viene del latín y significa "la asistencia que se presta a un enfermo" y antiguamente "cuidado", por tanto "cura" quiere decir "cuidado, solicitud".

De la palabra latina "curare" (poner cuidado) viene la palabra "curación" y se derivan palabras como "curador", "curial", "procurador", "curiosidad"...

 

Allá por el año 1330 se empezó a aplicar esta denominación, al párroco por tener a su cargo la cura de almas (el cuidado espiritual de las personas). El sacerdote es el "médico de las almas", el que está al cuidado (cura) de las almas de sus fieles. Tanto es así que en muchas ocasiones vemos la expresión "Cura párroco..."

 

Un cura por tanto, es un sacerdote católico o episcopal que cuida y ayuda a curar las almas de los demás.

 

En el vigente Código de Derecho Canónico se hace referencia a este cuidado de las almas, a la "cura de almas" en los cánones: 150, 151, 678.1, 757, 771.1, 786 y 1003.2

 

 

BIBLIOGRAFÍA:

·       Material consultado y usado para este articulo:

·       Wil Pounds por Abide in Christ, Inc..

·       Dificil de Creer, Jhon MacArthur.

·       La Pasión de Jesucristo, John Piper.

·       Teología Sistemática por Wayne Grudem.

 


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