Para introducir este artículo quiero refrescar lo que vio el apóstol Juan en Patmos, cuando Jesús le revelaba la profecía apocalíptica; es en el capitulo 21 versículos 1 al 3 del libro de Apocalipsis o Revelación. Juan, el apóstol, narra su visión en Apocalipsis 19:6-7 diciendo: “ …oí una voz que parecía el rumor de una gran multitud, o el estruendo de muchas aguas, o el resonar de poderosos truenos, y decía: «¡Aleluya! ¡Reina ya el Señor, nuestro Dios Todopoderoso! ¡Regocijémonos y alegrémonos y démosle gloria! ¡Ha llegado el momento de las bodas del Cordero! Ya su esposa se ha preparado ”, También dice Juan que vio un cielo nuevo y una tierra nueva, pues ya el primer cielo y la primera tierra habían dejado de existir, lo mismo que el mar. Juan dice que vio también la ciudad santa, la nueva Jerusalén, que bajaba del cielo donde vive Dios. El en esta visión observó que la ciudad parecía una novia vestida para su boda, lista para encontrarse con su novio. Y también oyó el apóstol
“EMANUEL Dios con nosotros” Como lo pensó y plasmó Spurgeon: "aquí está Cristo tan claramente presentado como es posible; nunca se pudo haber escrito Su nombre tan legiblemente como lo veo aquí.” Y María llamó el nombre de su bebé Emanuel. Y Él comerá mantequilla y miel, hasta que sepa desechar lo malo y escoger lo bueno; Mantequilla y Miel, manjar de sabios (Isaías 7:14-15; Mateo 1:23). Este blogger se dedicará a la enseñanza de los líderes que Dios ha llamado a Su servicio.