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El día de hoy es un día muy especial para todos los creyentes. Es un día muy especial para todos aquellos que formamos parte de la iglesia de Cristo. Hoy es un día de gran celebración porque hoy celebramos la resurrección de nuestro Señor, hoy celebramos la victoria que Él tuvo sobre la muerte. Estoy seguro de que todos aquí hemos leído acerca de este acontecimiento en nuestras Biblia, pero en el día de hoy vamos a leerlo juntos y vamos ha analizar el significado tan grande que esto representa para nosotros Dice la Biblia –
El primer día de la semana, muy de mañana, vinieron al sepulcro, trayendo las especias aromáticas que habían preparado, y algunas otras mujeres con ellas. Y hallaron removida la piedra del sepulcro; y entrando, no hallaron el cuerpo del Señor Jesús. Aconteció que estando ellas perplejas por esto, he aquí se pararon junto a ellas dos varones con vestiduras resplandecientes; y como tuvieron temor, y bajaron el rostro a tierra, les dijeron: ¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive? No está aquí, sino que ha resucitado. Acordaos de lo que os habló, cuando aún estaba en Galilea, diciendo: Es necesario que el Hijo del Hombre sea entregado en manos de hombres pecadores, y que sea crucificado, y resucite al tercer día. Entonces ellas se acordaron de sus palabras, y volviendo del sepulcro, dieron nuevas de todas estas cosas a los once, y a todos los demás. (Lucas 24:1-9).
Ese día se libro otra guerra entre el averno y poder de Jesús en el milagro de su resurrección de entre los muertos. En aquel majestuoso momento se sucedieron algunos eventos importantes
Ese día, el primero de la semana, día domingo, María Magdalena y otras mujeres que siguieron a Jesús fueron a la tumba del maestro llenas de tristeza y de dolor (Mateo 28:1; Marcos 16:1-9; Juan 20:1)
Fueron a buscar el cadáver de Jesús para ungirlo tal como era la costumbre en ese entonces, según la ley del día del reposo (Lucas 23:55-56.) La razón del porque ellas llegaron a la tumba, fue para preparar el cadáver de Jesús y continuar su luto, pero el milagro ya había sucedido, ellas no esperaban eso, más bien se sobresaltaron de ver la tumba vacía, la piedra que servía de puerta, había sido removida. El cadáver de Jesús no estaba allí y María estaba atónita al no ver a su maestro yacer dentro de la sepultura. Los evangelios sinópticos[i] detallan los diferentes sucesos desde el momento de la resurrección hasta el instante en que los discípulos fueron a constatar la versión de Magdalena (Juan 20:1-10).
En primer lugar, a las mujeres les dio la noticia un ángel que estaba dentro del sepulcro (Marcos 16:5-7). Luego Magdalena desconcertada antes de emprender el camino de regreso, cuando los ángeles le dijeron: “Mujer ¿por qué lloras? Y ella responder, al voltear vio a Jesús, pero no lo reconoció, No se parecía al que torturaron y crucificaron, era diferente ya resucitado, asi sucederá con nosotros, esto sugiere desarrollar otro escrito que explica escatológicamente el cambio de nuestro cuerpo cuando resucitemos para estar con Jesús para siempre. Por ahora solo les dejo que lea Primera carta de Pablo a los Corintios 15:20-28 donde se basa esta enseñanza. Es un tema doctrinal significativo para la fe cristiana, la resurrección, donde Cristo es las primicias de los que resucitaremos para vida eterna, los creyentes en Jesús.
En esta ocasión de día de la resurrección de Cristo Jesús, lo impactante es la noticia de que nuestro Rey y Salvador, ha resucitado.
Este evento tan glorioso es lo que nosotros celebramos en el día de hoy con tanto gozo; celebramos el día de hoy como lo que es, un día de victoria. Un día como hoy nuestro Rey y Salvador, venció la muerte, hoy es el día que celebramos la muerte de la muerte (Juan 3:16; 5:24-25).
La resurrección de Cristo es el centro de nuestra fe. La resurrección de Cristo no es una mera creencia que surgió en la iglesia, La resurrección de Cristo es la gran creencia que le dio vida a la iglesia.
El día que Dios venció la muerte, hubo dolor, hubo batalla, hubo una tumba que quedó vacía para testimonio de las naciones. Ahora el enemigo tratara por todos los medios habidos y por haber de desacreditar la obra de nuestro Señor Jesucristo.
En el tiempo que Jesús estuvo físicamente aquí en la tierra, el enemigo trato de destruir la obra por mediación de los supuestos hombres de Dios: Los escribas, los saduceos, los fariseos, y los maestros de la ley. Hasta ahora Satanás no se ha detenido. él continúa su ataque tratando de destruir la obra de Cristo, de derrotar al pueblo de Dios. ¿De que manera Satanás trata de derrotarnos? Hoy en día lo trata de hacer a través de tradiciones, filosofías y enseñanzas falsas; todo esto es algo que se nos fue advertido con anticipación (2 Timoteo 4:3-4; Colosenses 2:8.). Un ejemplo de una tradición muy popular. En muchos países hispanos se venera mucho esta semana, la llaman “santa”, no se por que . . . hay procesiones, se sacan las imágenes, se encienden muchas velas (veladoras), muchos pagan promesas dolorosas por “favores recibidos”, y todas estas cosas reflejan mas DOLOR que ALEGRÍA. Las tradiciones religiosas por lo general son de origen pagano. Provienen de fiestas y sacrificios celebrados a dioses de la antigüedad. La Tradiciones sólo sirven para alejar al hombre de Dios y para robarle la gloria al merecedor de toda gloria, y su nombre es Jesucristo. Para tratar de desacreditar la obra de Cristo. Hoy no es el tiempo de caminar muchos bloques (cuadras). No es tiempo de vivir en el pasado, es tiempo de recordar el pasado y alegrarnos por que al morir Jesús en la Cruz hubo victoria sobre el pecado y al resucitar de entre los muertos hubo victoria sobre la muerte.
También hay filosofías (El Conocimiento del Pensamiento) y filósofos como: Aristóteles; Sócrates; Parménides, Zenón y Meliso, grandes filósofos de la historia no todos sus pensamientos son malos, pero los de Dios (Isa. 55:8 “... mis pensamientos no son vuestros pensamientos” son los únicos verdaderos, santos, dignos, los que verdaderamente edifican. Solo en el pensamiento de Dios se concibió nuestra salvación. El resto de los pensamientos, lo que llamamos filosofías, nunca han podido, ni podrán legarnos (heredar) las bendiciones y la seguridad de Dios.
Vivamos el momento en victoria y alegría, celebremos este tiempo por lo que fue hace más o menos 2000 años. Guardemos estos días para recordar con alegría que hay libertad en Cristo. Porque ¡Un día como hoy fue cuando Dios venció la muerte! Y la tumba en que pusieron el cuerpo de Jesús quedó vacía.
Estas mujeres encontraron algo en particular, la Palabra de Dios nos dice: “Y hallaron removida la piedra del sepulcro.” ¿Por qué hallaron ellas la piedra removida? ¿Se había removido la piedra para que Jesús saliera? La respuesta a esta pregunta es ¡NO!.
· La piedra no fue removida para que Jesús saliera, de hecho, ya El había salido sin necesidad de remover esa piedra.
· La piedra fue removida para que ellas pudieran entrar y buscar a Jesús (Marcos 16:1-6.)
· La piedra fue removida para dejar evidencia de que la tumba quedó vacía, y el ángel sentado en la misma piedra para intimidar con su brillantez celestial a la guardia romana para honrar al Señor en su resurrección.
En el día de hoy que existen muchos que necesitan remover la piedra de su propio sepulcro, de su propia muerte. ¿De que sepulcro y de que muerte les hablo? Les hablo de la muerte y el sepulcro espiritual cual es el pecado (Romanos 6:23) no tienen la Salvación.
En este día tan especial que celebramos el día en que Dios venció la muerte, todos debemos tener un momento de reflexión y examinarnos:
· Si al examinarte en el día de hoy encuentras que hay pecados que aun reinan en tu vida.
· Si encuentras que la carne controla la manera que hablas, vistes, te comportas, lo que entra por tus ojos, por tus oídos, por tu piel, lo que piensas y lo que hablas…
· Entonces, es que todavía no deseas salir de tu tumba, de tu propia tumba de pecado… La tumba donde la humanidad está encerrada, es tumba de pecado, y está sellada por una piedra que habla de apatía, de desanimo, de escasa fe, de duda, de rencor, de ira, de envidia, y muchas otras piedras grandes y pesadas que encierran y atrapan sin esperanza de salir.
“Y hallaron removida la piedra del sepulcro.” Como les dije, estas mujeres hallaron la piedra removida del sepulcro no para que Jesús pudiese salir fue removida, sino para que ellas pudieran entrar y ver que él ya no estaba allí. Amigo pídele ahora al Señor que remueva la piedra que cierra el sepulcro de tu existencia, remuévela y sal de allí para que Cristo Reine en tu Corazón, y luego da el testimonio de tu resurrección espiritual a vida nueva, así como la tumba de Jesús dio testimonio al mundo de Su resurrección de entre los muertos.
La resurrección de Jesús parte fundamental de la fe Cristiana. El que Jesús haya resucitado nos da la seguridad absoluta de que Él cumplirá Sus promesas (Juan 14:1-3). El poder que hizo posible la resurrección de nuestro Señor esta a nuestro alcance, la resurrección es el testimonio fundamental de la iglesia al mundo. Como Cristianos no sólo celebremos su resurrección en el día de hoy, sino que la celebramos diariamente, porque nosotros servimos a un Dios vivo (Marcos 16:19; Lucas 24:50-51.) ¡Cristo vive! Este en si es el mensaje que todos tenemos que compartir, ¡Cristo vive! “No está aquí, sino que ha resucitado. Acordaos de lo que os habló.”
Hoy celebramos el día que Dios venció la muerte; hoy celebramos la resurrección de nuestro Rey y Salvador, pero existe aun más que debemos hacer; “y volviendo del sepulcro, dieron nuevas de todas estas cosas a los once, y a todos los demás.” Estas mujeres sintieron un gran gozo al descubrir el sepulcro vació, su gozo fue tal que ellas no pudieron detenerse; ellas salieron corriendo de ese lugar para anunciar que Cristo había resucitado (Mateo 28:8.) ¿Sientes gozo en el día de hoy? Todos nos gozamos porque Su resurrección nos garantiza vida eterna (Juan 6:38-40.) Pero, te pregunto, ¿sientes el mismo gozo que sintieron ellas? Ellas salieron llenas de gozo, corriendo a dar las buenas nuevas. ¿Lo haces tú? ¿Te puede usar Dios? Recuerda que fue por ti y por mi que Él envió a nuestro Rey y Salvador (Lucas 5:32.) Celebremos hoy con gran gozo Su resurrección; celebremos hoy con gran gozo la victoria que solo Él pudo obtener; celebremos hoy, pero recordemos siempre ¡Cristo vive!
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