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LA IGLESIA - 02.- ¿Que es la iglesia de Jesús?




Ante la miseria por causa del pecado de las personas, Dios envió a su Hijo para dar respuesta a la necesidad de redención de todo el linaje humano, esto se entiende como “la respuesta de Dios a la necesidad del hombre”.   Fue entonces que, durante en el ministerio de Jesús entre los hombres (en el tiempo en que sucedió la transfiguración), que Jesús pregunta a sus discípulos: “¿Quién dice la gente que es el Hijo del Hombre?[1] en ese instante, luego que entre ellos respondían según la opinión de la gente, de que Cristo era uno de los profetas que había regresado de la muerte, surge la respuesta de Pedro a Jesús ante la enfática y personal segunda pregunta de Jesucristo: “Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?[2] Hay que hacer notar aquí algo importante antes de continuar, se trata de cómo se escribió en los manuscrito antiguos más confiables la interrogante de Jesús: se pronuncia en griego así esa pregunta: υμεις δε τινα με λεγετε ειναι (hümeis de tina me legete einai), la traducción dice específicamente: “Pero ustedes, quién dice que soy yo?”[3], a lo que inmediatamente expresó Pedro: “¡Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente![4] συ ει χριστος υιος του θεου του  ζωντος (Su ei ho Christos ho huios tou theou tou zöntos).  Jesús le expresó a Pedro y al resto de sus discípulos que Dios Padre le había revelado la verdad, que sin duda alguna Él era el Hijo de Dios. No obstante, eso va mucho más allá de ser una simple respuesta, era la confesión de un hombre de la más absoluta confianza del Maestro de Galilea y Jesús acepta esa afirmación como genuina, Él es la divinidad presente, es la promesa mesiánica; dice la Biblia así en Mateo 16:18 “yo te digo que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia, y las puertas del Hades no podrán vencerla.” Gr. - καγω δε σοι λεγω οτι συ ει πετρος και y επι ταυτη τη πετρα οικοδομησω μου την εκκλησιαν και πυλαι αδου ου κατισχυσουσιν αυτης – (transliterado: kago de soi lego oti sy ei petros kai y epi tafti ti petra oikodomiso mou tin ekklisian kai pylai adou ou katischysousin aftis).  De la misma manera, quien la pronunció dice que Jesús es la piedra angular, la roca donde Dios ha edificado la iglesia y que, sobre esa piedra, nosotros, piedras vivas somos edificados.   Pedro mismo utiliza la misma ilustración en su primera epístola: La iglesia está constituida por numerosas piedras pequeñas, "piedras vivas" (1Pedro 2:5) que comparten la confesión de Pedro de que Jesús es el Cristo, el Hijo del Dios viviente. Esa declaración de fe constituye el fundamento de la iglesia, que es el Hijo de Dios, el único que recibe la gloria como Dios trino y no la comparte con nadie más “Yo Jehová; este es mi nombre; y a otro no daré mi gloria, ni mi alabanza a esculturas.” (Isaías 42:8).  Hay otras citas en el Nuevo Testamento que dejan en claro que Jesús es esa piedra angular, es el fundamento que el Padre puso para su iglesia (Hech. 4:11; 1Cor. 3:11).  Pastor, la iglesia que tienes bajo tu responsabilidad no fue constituida sobre hombre alguno ni por hombre, su fundamento es Cristo, quien también es su cabeza (Efesios 1:18-23; Colosenses 1:15-18). Los pastores no somos dueños de la iglesia local que pastoreamos, por lo tanto, no debemos actuar como si lo fuéramos, con una falsa autoridad (Mateo: 20:25-28; 1Ped. 5:3).
La iglesia es el factor que tuvo en cuenta Dios para que de ella dependa la realización total de todo ser humano, creyente o no; es por eso que Dios tuvo en Jesucristo razones para fundar su iglesia.

¿Cuáles fueron esas razones?  

En primer lugar, la Iglesia como tal es el conglomerado o el total de todos los creyentes en Cristo, (mujeres, hombres, jóvenes y ancianos, niños y niñas) que han decidido entregar sus vidas a Jesús haciéndolo cada uno de ellos y de manera personal su Salvador y su Señor.  Que Él los ha redimido con Su preciosa sangre, llamando a cada uno de las tinieblas del pecado a la luz de su admirable evangelio (1Pedro 2:9).  Haciéndose así el Gran Pastor de las ovejas.  Esas “ovejas” son personas, seres humanos, no son edificios no son templos que el hombre ha construido que solo son sitios o lugares de reunión.

Se hace referencia a la iglesia como la novia de Cristo (Efe. 5:21-33) y su futura esposa “Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más.  Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido. Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios.” (Apoc. 21:1-3).  Tal iglesia debe evidenciar su fe cristiana con hechos o frutos innegables. La iglesia de Jesús es responsable de auxiliar una orbe tan necesitada y desprovista como lo es este mundo en que vivimos.  La Iglesia debe afectar a la humanidad con el testimonio del evangelio, de la buenas nuevas, del mensaje de redención, compartiéndolo con palabras y hechos visibles.  La Iglesia es el Pueblo de Dios esparcido por el mundo.  Es un pueblo poseedor de una promesa y de una gran responsabilidad.

En segundo lugar, Jesús encargó a la iglesia una misión, que se debe cumplir para alcanzar el número de los salvados y así se consuma la profecía de la segunda venida de Jesucristo a la tierra.  La misión es “Id y haced Discípulos a todas las naciones” (Mateo 28:18-20). Esta misión tiene un objetivo establecido por el SEÑOR en Hechos 1:6-8 que dice: “Entonces los que se habían reunido le preguntaron, diciendo: Señor, ¿restaurarás el reino a Israel en este tiempo?  Y les dijo: No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones, que el Padre puso en su sola potestad; pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.” tal objetivo es que el Evangelio sea predicado en el mundo entero. Quien persevere en todo esto dará evidencia de su fe y por ende de su salvación, dice Jesús en relación a esto: “Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo.  Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.” (Mat. 24:13, 14).  Esta misión debe ser cumplida en su totalidad antes del regreso del Maestro. Hay cientos de miles de cristianos trabajando para que las naciones escuchen la Palabra, pronto en cada rincón de la tierra el Evangelio será escuchado y millones aceptarán a Cristo; y entonces vendrá el fin.  La Iglesia del SEÑOR es un pueblo con una misión, y todo se vislumbra en las iglesias locales esparcidas hasta lo último de la Tierra, para sembrar un mensaje en el corazón humano.

En tercer lugar, Jesús funda su iglesia para llevar a las naciones por medio de ella, la paz espiritual en el mensaje de la cruz, en el testimonio de un pueblo que vive de acuerdo a sus enseñanzas “…Por tanto, vayan y hagan discípulos en todas las naciones, y bautícenlos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Enséñenles a cumplir todas las cosas que les he mandado...” (Mat. 28:19-20a).

¿Cuáles son esas enseñanzas? 

Las enseñanzas de Jesús a sus discípulos y a la iglesia son instrucciones de cómo vivir la vida cristiana.  Por ejemplo, en la carta de Pablo a los filipenses capítulo 3 versículos del 10 al 14 el apóstol enseña que todo creyente debe apasionarse cada día más y mejor en conocer a Jesús “a fin de conocer a Cristo y el poder de su resurrección” (Fil. 3:10). Enseña a dejar el pasado atrás “pero una cosa si hago: me olvido ciertamente de lo que ha quedado atrás…” (Fil. 3:13a) y a esforzarse por alcanzar lo que Dios le ha prometido “…y me extiendo hacia lo que está adelante;” (Fil. 3:13b).  Todas las instrucciones son conocimiento que debemos adquirir para vivir disciplinadamente, con buena actitud moral, con respeto y amor a Dios, a los demás y a uno mismo, con excelentes principios y valores que afecten a otros de manera positiva.  Son instrucciones para el desarrollo personal de algún ministerio que como seguidor de Jesucristo debe evidenciar el creyente, predicando a Cristo de forma personal “Por tanto, vayan y hagan discípulos en todas las naciones…” (Mat. 28:19) con la evangelización y el discipulado. Tales enseñanzas son los mandamientos dados por el Señor, no son opciones. 

Pastor es importante entender que las instrucciones en este pasaje de Mateo 28 contiene incentivos o estímulos, están respaldados por una maravillosa promesa de Jesús a su iglesia.   

  • Dice uno de esos incentivos “Toda autoridad me ha sido dada en el cielo y en la tierra. (Mateo 28:18).  Jesús posee por voluntad del Padre todo el Poder, lo que lo hace Todopoderoso en amor, en sabiduría, en fuerza. Poder sobre: todas las personas, todos los movimientos[5], todas las pasiones, todos los principios, Él dice: “Por tanto, vayan…[6] no tienen de que preocuparse, yo tengo todo el control, el que me dio vida después de la muerte al resucitarme me hizo Señor de todo y de todos, por lo tanto mi orden es que “vayan”. Esa es la orden y Él está a nuestro lado, con nosotros. Pastor no hay que temer.  
  • Y el siguiente Incentivo dice así: “Y yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo.» Amén. (Mat. 28:20b), Jesús nos está garantizando que su presencia con y en nosotros es interrumpida; que su participación es protagónica en nuestro ministerio y nuestra vida; y que su paz, como sólo Él la sabe dar, está con nosotros para que nuestra confianza en lo que hacemos por el Reino de los Cielos y la humanidad nos brinde seguridad y certeza. Pero no finaliza aquí con estas premisas, también el amor inefable de Dios que, desde antes de la cruz, en ella y después de ella, derrama en los corazones abatidos por el dolor, el desconsuelo, garantiza alegría y compañía a los que creerán por nuestro testimonio. 
Esta es la gran enseñanza de “La Gran Comisión”. Pastores deben plantar esto en los corazones de los miembros de la iglesia local que tienen como responsabilidad. No es solo enseñarlo, es hacerlo, nos es oírlo solamente, es ser hacedor de la palabra aprendida tal como Santiago escribe en la epístola que lleva su nombre capítulo 1 versiculos19 al 27.  Todos sabemos que es haciendo, llevando a cabo la enseñanza aprendida, como se hace la voluntad de Dios. Enseñanza, preparación y acción, y verás a esa iglesia crecer de forma cualitativa y numérica. 
Todo lo dicho hasta aquí requiere compromiso, y no será fácil, hay trabajo, mucho trabajo y la acción será cuesta arriba, pero recordemos los dos incentivos, uno de ellos descansa en la autoridad de Cristo y el otro en Su presencia. 
También tienes que saber querido pastor, cómo debe ser el compromiso con la iglesia de Cristo, porque si de veras perteneces a ella, tu compromiso y el de tu rebaño (que no te pertenece a ti, es de Cristo) debe ser hacer el trabajo total que la iglesia tiene con la comunidad. Por lo tanto, es preponderante que: 
  • cada iglesia local haga el trabajo que dejó Jesús sobre ella. 
  • cada uno de nosotros asumamos el papel protagónico que sólo y cada uno de nosotros debe desempeñar.
  • la Iglesia de Jesucristo se responsabilice en anunciar el evangelio.
  • la Iglesia de Jesucristo asuma su papel protagónico en el servicio a la humanidad necesitada.      
Y todo ello hasta la segunda venida de Jesús, la “parusía” en los tiempos finales.

Es la iglesia (la que Cristo atraerá hacia Él y luego, vendrá con ella), el cuerpo de Cristo, hombres y mujeres cristianos, amados de Jesús quienes hoy son purificados con la Palabra de Dios para que así no tengan imperfección ni rugosidad en sus vidas. “…Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla. Él la purificó en el lavamiento del agua por la palabra, a fin de presentársela a sí mismo como una iglesia gloriosa, santa e intachable, sin mancha ni arruga ni nada semejante.” (Efesios 5:26-27). 

Pastor, la Biblia te manda en este tiempo de angustia y zozobra por causa de la desidia, la inmoralidad, la incredulidad, el racismo, el rechazo a escandalosas condiciones de vida, el odio racial y de género, sumado a los desastres naturales, las guerras,  a que vigiles y te esfuerces con tu iglesia local para que no haya más dudas e incredulidad por causa de una iglesia impotente que como  aquel instante en que los discípulos de Jesús fueron incapaces de atender la demanda de aquel hombre que trajo a su hijo poseído por demonios, sólo por el hecho de que el Maestro de Galilea no estaba presente corporalmente con ellos (Mateo 17:14-20).   Pastor e iglesia, Jesús hoy está presente entre nosotros por medio de su Espíritu Santo[7], como ya lo hemos aprendido, por esto, no duden y manos a la obra.

E.Torres.M




[1] Mateo 16:13 RVC
[2] Mateo 16:15 RVC
[3] Mateo 16:15 Versión Biblia Peshita en español.
[4] Mateo 16:16 RVC
[5] Movimientos: Inclinaciones, Tendencias, Pensamientos, Ideologías, Grupos, Escuelas, Corrientes.
[6]por tanto id…”  aquí el verbo se traduce al español en imperativo (RV60)
[7] El Consolador: Juan 14:26; 15:26

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