"Escribe al ángel de la iglesia en Sardis: El que tiene los siete
espíritus de Dios, y las siete estrellas, dice esto: Yo conozco tus obras, que
tienes nombre de que vives, y estás muerto.” Apocalipsis 3:1
Jesús está vivo, y Él quiere que sus iglesias vibren, sean activas y
estén ocupadas capacitando centros para nuevos discípulos.
Continuamos en el tema que nos atañe “el fortalecimiento de
la iglesia”. En el artículo anterior
finalizamos diciendo que ¡Jesús está presente! En su iglesia, que no podemos
ser incapaces como los discípulos como cuando se les presentó la oportunidad de
demostrar su confianza en Dios, aun cuando su líder no estaba corporalmente
presente (Mateo 17:14-20). Pastor, Jesús hoy está presente entre
nosotros por medio de su Espíritu Santo[1],
por esto, no dudes y manos a la obra.
Ahora nos servimos de la Biblia mediante el ejemplo de una iglesia local
que aparentaba serlo; me refiero a Sardis.
Esta iglesia estaba una ciudad prospera y muy segura, una de las más
grandes en el mundo. Unos seiscientos
años antes de Jesús, la ciudad de Sardis fue gobernada por el fabulosamente
adinerado rey Creso. Por ser militarmente segura y próspera, sus habitantes
amaban los lujos, el dinero y la inmoralidad, por lo cual la gente estaba
muerta espiritualmente. Sin embargo,
dos veces la ciudad fue militarmente atacada, una vez por los persas bajo
Ciro. Alguno de sus enemigos descubrió un camino secreto, y por allí, entraron los ejércitos persas y atacaron”.
Confiaban en sus propias fuerzas, abandonaban sus torres de vigilancia, el
enemigo aprovechó esta debilidad y entró a través de sus propias puertas; por
eso Jesús le dice “se vigilante”.
La iglesia de Sardis estaba
engañada por sí misma. Jesús no tiene nada bueno que decir sobre esta
congregación. La iglesia en Sardis no tenía vida. La humanidad sin Cristo, vive como Sardis,
en un vacío espiritual, no hay nada que la raza humana pueda hacer para
invertir el curso de la muerte. El mundo
es un gran cementerio, sin vida, pero con una gran esperanza porque con Dios
todas las cosas son posibles. El poder de la resurrección de Jesús sólo puede
funcionar en un cementerio. Jesús todavía reconocía esta iglesia como suya, y
él podía traerla de vuelta a la vida y a la gloria si estas personas oían y
atesoraban este mensaje. Dice un refrán
“donde hay vida, hay esperanza.” Yo
les digo “donde Jesús esté hay esperanza,
sin importar cuáles sean las circunstancias.” Aún la muerte, nuestro mayor
enemigo, es conquistado por nuestra fe en Cristo. Jesús da vida únicamente a
quienes estén muertos en sus delitos y pecados.
¡pasto anota esto: ¡Hay vida en
Jesús!
¿Cuál es la evaluación que Cristo
ha ce a esta iglesia? (Apocalipsis 3:1) “Escribe
al ángel de la iglesia en Sardis: El que tiene los siete espíritus de Dios, y
las siete estrellas, dice esto: Yo conozco tus obras, que tienes nombre de que
vives, y estás muerto.” Jesús se
llamó a sí mismo el Único que tiene los siete espíritus de Dios. Sólo hay un Espíritu Santo, pero el número
siete enfatiza la plenitud del Espíritu en Cristo. No hay división en la
Trinidad. En todos los asuntos el Espíritu Santo es una armonía completa con el
Padre y el Hijo. El Espíritu Santo jamás no nos dirige nunca en contra de la
Palabra de Dios, de la enseñanza de Jesús.
Este es un símbolo de la perfección de Dios.
El símbolo de las siete estrellas
es el control absoluto de todas sus iglesias. Jesús es la Cabeza de la iglesia,
Jesús determina como se hacen todas estas cosas. Ningún miembro de ninguna
iglesia tiene capacidad para dirigir el sólo la grey. La gente en Sardis había
olvidado esta verdad y había usurpado la autoridad que le pertenecía a
Jesús.
Jesús señaló que los cristianos
en Sardis eran creyentes de apariencia. Tenían la apariencia de que profesaban
la fe en Cristo. Se veían a sí mismos como creyentes, pero en realidad no
poseían vida espiritual. Esto puede
suceder fácilmente en cualquier iglesia, ninguna está exenta.
- Es difícil
decirlo, y tal vez es más difícil creerlo, pero hay “cristianos” en las
iglesias que pueden catalogar de muy bellas las palabras del Evangelio, decir
todas las palabras correctas, aprender de memoria pasajes completos de la
Biblia, pero puede que aún no tengan la vida espiritual, la salvación en sus
corazones.
- Pueden
aparentar estar vivos, pero en realidad están muertos.
- Hay que
asistir a la iglesia, al servicio dominical, a los grupos pequeños, a todas las
actividades, eso es correcto. Pero no
convertir ese respaldo en una adicción que la aleja del verdadero discipulado
bíblico.
- Debemos
buscar la felicidad, pero junto a ello llevar la cruz, procurar un compromiso
para cambiar de estilo de vida y así disfrutar la felicidad del crecimiento
espiritual, dice el SEÑOR en Mateo 16:24: “Si
alguno quiere seguirme, niéguese a sí mismo, tome su cruz, y sígame.” (RVC)
No obstante Jesús nunca va a
rechazarnos, Él no rechazó a Sardis, somos su iglesia. Jesús inmediatamente le
dijo a su iglesia lo que hacía falta y le ofreció una manera para recuperarse y
se reveló a sí mismo como SEÑOR, tanto de la muerte como también de los vivos.
El SEÑOR exhortó a la iglesia en
Sardis con estas palabras: NVI = Mantente
vigilante y afirma todo aquello que está a punto de morir, pues he encontrado
que tus obras no son perfectas ante mi Dios. 3 Haz memoria de
lo que has recibido y oído, y ponlo en práctica y arrepiéntete. Si no te
mantienes vigilante, cuando menos lo esperes vendré sobre ti como un ladrón“
(Apocalipsis 3:2, 3 RVC). Esta iglesia
necesitaba despertarse y darse cuenta de su situación. Dejar de pretender que su reputación era una
realidad. No importa lo que otros piensen de nosotros, sólo la opinión de Jesús
es importante en el juicio. En ese mensaje Jesús les dice: Fortalezcan las cosas que quedan. Las obras de esa iglesia dejaban mucho que
desear y Jesús lo sabía, ¡Pastor! ¿qué
es lo que Él no sabe o lo que no puede ver? ¡Él todo lo ve, lo sabe, lo
observa.! Él conoce y cuenta cada
cabello de nuestras cabezas y nuestros pensamientos no le son ocultos, cada
mirada, cada acción, cada secreto, cada palabra que sale de nuestra boca, nada,
nada le es oculto. Él te dice “YO CONOZCO TUS OBRAS”
Puede que las acciones de la
iglesia de Sardis fueran correctas, pero sus motivos eran errados. Los miembros
de la iglesia estaban demasiado preocupados por impresionar a la gente. Estaban tratando de realzar su reputación como
si lo que otros pensaran de ellos al final vendría a ser la realidad espiritual
en la vida en su iglesia. Es igual con nosotros analicemos nuestros motivos y
corrijámoslos. Recordemos que Él sabe si estamos sirviendo o no. Él sabe si
estamos sirviéndole porque otros nos están viendo o porque realmente tenemos el
deseo de agradarle. Analicemos nuestro motivo de servicio en la iglesia. Pastor,
líder, si Jesús ha salvado tu vida del pecado y puesto la eternidad en tu
corazón, tienes todo el motivo para servirle para siempre. Si Él no es tu
Salvador personal, entonces cualquier otro motivo que tu tengas al final se
desvanecerá, y tu dejarás lo que estés haciendo por el Señor.
Otra cosa muy importante es que
Jesús les dijo que recordaran lo que habían recibido y oído. Claro, ellos
habían oído el evangelio. Este mensaje dador de vida había sido predicado en
Sardis. Por esto había una iglesia ahí. Jesús los instó a que recordaran que
ellos también habían tenido contacto con el Espíritu Santo cuando oyeron el
evangelio. La Palabra había llegado a ellos en el poder del Espíritu. Así es hoy también, nada a cambiado, hay que
arrepentirse, creer y seguir a Jesús, es la única forma. No es por herencia, No
es por portarse bien, si fuese así, ¿quién sería merecedor de la salvación? No
es por actitudes o acciones. Es por el Espíritu Santo, quien convence de que
somos pecadores irremediablemente perdidos, pero ¡EL SACRIFICIO VICARIO DE
CRISTO EN LA CRUZ! es el ÚNICO CAMINO.
Creer significa entregarnos
totalmente en la gracia de Dios a través de Jesucristo. Debemos recibirle
personalmente en nuestros corazones. Juan 1:12 “Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les
dio potestad de ser hechos hijos de Dios;” Tu bien sabes pastor, que la fe
viene por el oír y el oír la Palabra de Dios. (Rom. 10:17 RVC) “Así que la fe proviene del oír, y el oír
proviene de la palabra de Dios..”
Jesús es el centro de todo. Es donde se conjuga la Gloria de Dios, y Él
le da a Sardis y a nosotros una impresionante revelación “…caeré sobre ti como un ladrón…” Jesús volverá pronto físicamente. Él
que es el principio y el fin volverá. Sardis había perdido la expectativa de su
venida. Vivían para su propia gloria, todo lo opuesto de lo que Dios espera de
su pueblo. Olvidemos el pasado para proseguir a la meta del supremo llamamiento
en Cristo. Dice san Pablo: “Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo
alcanzado ya; pero una cosa sí hago: me olvido ciertamente de lo que ha quedado
atrás, y me extiendo hacia lo que está adelante; 14 ¡prosigo a
la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús!”
(Filipenses 3:13-14 RVC). ¡Pastor!
Jesús vendrá otra vez, y Él vendrá a muchos como ladrón en la noche. No avisará, solo el Padre sabe cuándo será. La gente estará tan ensimismada en
sus cosas, en sus pecados, en su lujuria que no se percatarán de que está
pasando. Jesús manda a la iglesia local que
vele, este sobria y se mantenga alerta. Ésta era la necesidad en Sardis. Esta es nuestra necesidad hoy.
Ya evaluamos la iglesia y
escuchamos la exhortación de Jesús para ella, ahora el Maestro de Galilea anima
a sus hijos, a los verdaderos cristianos afirmándoles lo siguiente: “Pero cuentas en Sardis con unos cuantos que
no han manchado sus vestiduras; ellos son dignos de andar conmigo vestidos de
blanco. El que salga vencedor será vestido de blanco, y jamás
borraré su nombre del libro de la vida, sino que lo reconoceré delante de mi
Padre y de sus ángeles. El que tenga oídos, que oiga lo que el Espíritu dice a
las iglesias” (Apocalipsis 3:4-6 RVC). ¡QUE ALEGRÍA! todos en Sardis no estaban
espiritualmente muertos (y es así en el día de hoy en las iglesias locales). Había
fieles, quienes no habían hecho una falsa profesión, ni tampoco se habían
dormido en su servicio a Jesús. Las vestiduras en la Biblia se usan como
símbolo de redención (Isaías. 1:18) “El
Señor dice: Vengan ahora, y pongamos las cosas en claro. Si sus pecados son
como la grana, se pondrán blancos como la nieve. Si son rojos como el carmesí,
se pondrán blancos como la lana”. Estas personas no eran dignas porque se
hubieran comportado apropiadamente, ¡ERAN DIGNAS PORQUE JESÚS LAS HABÍA
LIMPIADO DE SUS PECADOS Y LES HABÍA CONFERIDO SU PROPIA JUSTICIA!
- Lo que
nuestras obras jamás pueden ganar, Jesús gratuitamente nos lo da cuando venimos
a Él.
- El Señor
prometió tres cosas maravillosas a los vencedores.
o
Primero, serían vestidos de blanco. Esto
simboliza la justicia de Jesús. Todos nuestros pecados están cubiertos con la
sangre de Jesús.
o
Segundo Jesús prometió que no borraría sus
nombres del libro de la vida. Esto no sugiere que de alguna manera quienes son
verdaderamente salvos podrían perderse y tener la necesidad de volverse a
salvar. Esto se refiere a aquellos que
supuestamente son salvos, pero no muestran frutos de arrepentimiento, y para
aquellos que guardan la apariencia de cristianos, centrándose sin ninguna
humildad en sus hechos y no en Aquel que es el Camino.
o
Tercero.
Jesús declara claramente que Él confesará al Padre y a los ángeles en el
cielo a quienes creen verdaderamente en Él. “sino que lo reconoceré delante de mi Padre y de sus ángeles.”
En el juicio el relato de
nuestras vidas será exhibido públicamente. Allí Jesús nos declarará que le pertenecemos y
eso será suficiente: “Vi también un gran
trono blanco, y al que estaba sentado en él. De su presencia huyeron la tierra
y el cielo, y no se volvió a hallar su lugar. Vi entonces de pie, ante Dios, a
los muertos, grandes y pequeños. Unos libros fueron abiertos, y después otro
más, que es el libro de la vida. Los muertos fueron juzgados conforme a sus
obras y conforme a lo que estaba anotado en los libros. 13 El
mar entregó los muertos que yacían en él; también la muerte y el Hades
entregaron los muertos que yacían con ellos, y cada uno fue juzgado conforme a
sus obras. Luego la muerte y el Hades fueron lanzados al lago
de fuego. Ésta es la muerte segunda. Todos los que no tenían su nombre
registrado en el libro de la vida fueron lanzados al lago de fuego. (Apocalipsis
20:11-15 RVC).
Pastores y líderes de la iglesia
que solo a Cristo pertenece, esto es sólo provechoso para quienes escuchen la
voz del SEÑOR “El que tenga
oídos, que oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias”. Podemos
estar en presencia de una predicación hermosa y jamás oír realmente lo que se
ha dicho.
Pastor, la Biblia es provechosa para nosotros en todo
sentido, pero tenemos que escucharla bien y atesorarla en nuestro corazón. La
asistencia a la iglesia es grandiosa, pero no salvará el alma de nadie. La
membresía de la iglesia es valiosa, pero es una farsa si ese “miembro” no es
salvo. Vivir una vida buena y moral es
elogiable bajo cualquier circunstancia, pero hacer eso no salva su alma de
ninguno. Ser bautizado es una imitación de las acciones de Jesús, pero llega a
ser un ritual hueco y sin significado a menos que el candidato al bautismo se
convierta a Cristo antes. Somos salvos cuando nos arrepentimos de nuestros
pecados, de nuestra dependencia en nosotros mismos, de nuestra forma de pensar
y ver hacia Cristo, hacia su sacrificio y entregar a Él nuestra vidas aceptando
y reconociendo que Él es el único -lee bien pastor- ¡el único que nos da la
salvación! “En ningún otro hay salvación,
porque no se ha dado a la humanidad ningún otro nombre bajo el cielo mediante
el cual podamos alcanzar la salvación." (Hechos 4:12 RVC). Cuando hacemos eso, la vida del
Espíritu Santo se nos confiere a nuestras almas. Esto era lo que necesitaba
la iglesia de Sardis, y es lo que toda persona perdida aún necesita, sea que su
nombre esté en una lista de la iglesia, o no.
La iglesia local está llamada a Compartir la Palabra. A demostrar con
sus acciones la obediencia a la Palabra. También está llamada a enseñar la Palabra por medio del
discipulado y los ministerios que dirigen a ello. Pero algo muy importante para
poder alcanzar al mundo, a la comunidad que nos rodea, a la gente desesperada y
olvidada la iglesia local está llamada a servir al mundo. Pastor prepara a la iglesia local que Dios
entregó como la mayor responsabilidad de tu vida y de la historia, a Predicar
la Palabra, testificar por a Palabra, enseñará otros la Palabra y a servir con
la Palabra y estoy convencido y tu también que el SEÑOR les reconocerá delante
de su Padre y de sus ángeles.
Rev. Eduardo Torres
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