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La Iglesia en Su Regreso Apoc. 21:1-3



Para introducir este artículo quiero refrescar lo que vio el apóstol Juan en Patmos, cuando Jesús le revelaba la profecía apocalíptica; es en el capitulo 21 versículos 1 al 3 del libro de Apocalipsis o Revelación. Juan, el apóstol, narra su visión en Apocalipsis 19:6-7 diciendo: “…oí una voz que parecía el rumor de una gran multitud, o el estruendo de muchas aguas, o el resonar de poderosos truenos, y decía: «¡Aleluya! ¡Reina ya el Señor, nuestro Dios Todopoderoso! ¡Regocijémonos y alegrémonos y démosle gloria! ¡Ha llegado el momento de las bodas del Cordero! Ya su esposa se ha preparado”, También dice Juan que vio un cielo nuevo y una tierra nueva, pues ya el primer cielo y la primera tierra habían dejado de existir, lo mismo que el mar. Juan dice que vio también la ciudad santa, la nueva Jerusalén, que bajaba del cielo donde vive Dios. El en esta visión observó que la ciudad parecía una novia vestida para su boda, lista para encontrarse con su novio. Y también oyó el apóstol que del trono salía una fuerte voz que decía: «Aquí es donde Dios vive con su pueblo. Dios vivirá con ellos, y ellos serán suyos para siempre. En efecto, Dios mismo será su único Dios.” Esta visión es un buen preámbulo para abordar el tema de lo que Jesús espera de su iglesia frente a su inminente regreso, cuales son las razones de Jesús en fundar su iglesia para luego reunirla en el final del tiempo, por eso el título, “La Iglesia en Su Regreso”.

Jesús habló a menudo de su regreso. «Por eso también deben estar preparados, porque el Hijo del hombre vendrá cuando menos lo esperen» (Mat.14:44). Dijo: «Vendré para llevármelos conmigo. Así ustedes estarán, donde yo esté. Ustedes ya conocen el camino para ir adonde yo voy» (Juan 14:3-4). Inmediatamente después que Jesús ascendió al cielo, dos ángeles dijeron a los discípulos: «Este mismo Jesús, que ha sido llevado de entre ustedes al cielo, vendrá otra vez de la misma manera que lo han visto irse» (Hech 1:11). Pablo enseñó: «El Señor mismo descenderá del cielo con voz de mando, con voz de arcángel y con trompeta de Dios» (1 Tes. 4:16). El autor de Hebreos escribió que Cristo «aparecerá por segunda vez, ya no para cargar con pecado alguno, sino para traer salvación a quienes lo esperan» (Heb 9:28). Santiago escribió: «la venida del Señor, que ya se acerca» (Stg 5:8). Pedro dijo: «Pero el día del Señor vendrá como un ladrón» (2 P 3:10).   Juan escribió: «cuando Cristo venga seremos semejantes a él» (1 Juan 3:2). Y el libro de Apocalipsis hace frecuentes referencias al regreso de Cristo, y termina con la promesa» «Sí, vengo pronto», y Juan responde: «Amén. ¡Ven, Señor Jesús!» (Apoc. 22:20). Este tema, entonces, se menciona frecuentemente a lo largo del Nuevo Testamento.

Para comprender el propósito de la segunda venida de Jesucristo tenemos que comprender que el motivo de ello es Su iglesia.   De no haber tenido en cuenta Dios, a la iglesia como el factor de muchas de las cosas que giran alrededor de la vida del hombre, ningún plan divino se hubiese realizado. La parusía del Señor tendrá efecto en el futuro porque la iglesia existe.  No obstante Jesús funda Su Iglesia por diversas razones  ¿Cuáles fueron esas razones de Jesús para fundar Su iglesia?

La primera razón del SEÑOR para fundar su iglesia, es que ella fuera el conglomerado o el total de todos los creyentes en Cristo, (mujeres, hombres, jóvenes y ancianos, niños y niñas) que decidieron entregar sus vidas a Jesús, haciéndolo cada uno de ellos, y de manera personal, su Salvador y su Señor y así seguirle.  Son personas que Él ha redimido con Su preciosa sangre, llamando a cada uno de las tinieblas del pecado a la luz de su admirable evangelio (1Pedro 2:9).  Haciéndose así el Gran Pastor de las ovejas. Estas personas son seres humanos, no edificios o templos (sitios o lugares de reunión).


 Este conglomerado de redimidos constituye la iglesia, la novia de Cristo (Efe. 5:21-33) y su futura esposa “Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más.  Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido. Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios.” (Apoc. 21:1-3). Estos creyentes que forman la iglesia evidencian con su obediencia a la doctrina cristiana con hechos o frutos indudables. 

La Iglesia, novia y esposa de Cristo es el Pueblo de Dios esparcido por el mundo.  Un pueblo poseedor de una promesa y de una gran responsabilidad…

La segunda razón es que Jesús funda su iglesia para encargarles una misión, la cual debe realizar para alcanzar el numero de los salvados y así se cumpla la profecía de su venida nuevamente a la tierra.  La misión es “Id y haced Discípulos a todas las naciones” (Mateo 28:18-20).  Esta misión tiene un objetivo establecido por el Señor en Hechos 1:6-8 que dice: “Entonces los que se habían reunido le preguntaron, diciendo: Señor, ¿restaurarás el reino a Israel en este tiempo?  Y les dijo: No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones, que el Padre puso en su sola potestad;  pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.” tal objetivo es que el Evangelio sea predicado en el mundo entero.  

La iglesia de Jesucristo está preparada por el Espíritu Santo para perseverar ante cualquier situación adversa que se oponga a esta misión.  Los creyentes deben dar dar evidencia de su fe y por ende de su salvación, y sea predicado el evangelio de Jesús en todo el mundo.  Y debe ser cumplida en su totalidad para el regreso de Jesucristo,  Mateo 24:14 dice: “Y este *evangelio del reino se predicará en todo el mundo como testimonio a todas las naciones, y entonces vendrá el fin.”

Hay cientos de miles de cristianos trabajando para que las naciones escuchen la Palabra, pronto en cada rincón de la tierra el Evangelio será escuchado y millones aceptarán a Cristo; y entonces vendrá el fin.

Un pueblo con una misión, y todo esto contenido en iglesias locales esparcidas hasta lo último de la Tierra, para sembrar un mensaje en el corazón humano.

La tercera razón de Jesús en la fundación de su iglesia es llevar a las naciones, por medio de ella,  las enseñanzas que están implícitas con la evangelización, o sea el discipulado de los salvados, la paz espiritual y la confianza en la voluntad de Dios, “Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las *naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo,20 enseñándoles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes.” (Mat. 28:19-20a NVI). ¿Cuáles son esas enseñanzas? Son instrucciones a los nuevos discípulos de cómo vivir la vida cristiana, como Pablo enseña en Efesios 3:10-14
  • Sentir la pasión por conocer cada día más y mejor a Jesús “Quiero conocerlo a él y el poder de su resurrección” (vs. 10).
  • Dejar el pasado atrás “Olvidando ciertamente lo que queda atrás” (vs. 13) y
  • Esforzarse por alcanzar lo que Dios le ha prometido “pero una cosa hago... Extendiéndome a lo que está delante” (vs. 13-14).

Esas enseñanzas son instrucciones para vivir disciplinadamente, con buena actitud moral, con respeto y amor a Dios, a los demás y a uno mismo, y con excelentes principios y valores que afecten a otros de manera positiva.  Son instrucciones para el desarrollo de algún ministerio que como seguidor de Jesucristo puede un cristiano realizar: Dos ministerios específicamente se mencionan aquí:
  • Ministerio Misionero: Mat. 28:19a “Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones…” (Mar. 16:15) que trata la evangelización-discipulado.
  • Ministerio de la enseñanza: “enseñándoles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes.” Mat. 28:20ª. Enseñanza de la Palabra de Dios, para cumplirla sin excepción. Tales enseñanzas son mandamiento dados por el Señor, no son opciones.

Para reforzar esta tercera razón, Jesús dejó incentivos o estímulos contenidos en el pasaje de Mateo 28 contiene dos incentivos o estímulos.

El Primer Incentivo esta en la frase “Se me ha dado toda autoridad en el cielo y en la tierra”. (Mateo 28:18). Jesús posee por voluntad del Padre todo el Poder, lo que lo hace Todopoderoso en amor, en sabiduría, en fuerza. Además de poseer el poder o autoridad sobre sobre todas las personas, todas las culturas étnicas (nacionalidades), “por tanto id…” El dice: No tienen de que preocuparse, yo tengo todo el control, El que me dio vida después de la muerte al resucitarme, me hizo Señor de todo y todos, por lo tanto “id”.

El Segundo Incentivo está contenido en Mateo 28:20, la segunda parte: “Y les aseguro que estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo” Jesús le garantiza a la iglesia que funda su presencia interrumpida; su participación protagónica en nuestro ministerio y nuestra vida.; Su paz como sólo Él la sabe dar; Su amor inefable que desde antes de la cruz, en ella y después de ella, que derrama en los corazones abatidos por el dolor, el desconsuelo, para traernos alegría y compañía. Esta es la gran enseñanza de “La Gran Comisión”.

¿Cómo no pertenecer y estar comprometido con la Novia de Cristo?

·    Es imperante que cada iglesia local haga el trabajo que dejó Jesús sobre ella.
·    Es preponderante que cada uno de nosotros asumamos el papel protagónico que solo y cada uno de nosotros debe desempeñar.
·    La Iglesia de Jesucristo tiene la responsabilidad de anunciar el evangelio y parte de ese evangelio es el acontecimiento magnánimo de los tiempos finales, “La parusía” o “La Segunda Venida de Cristo”.
·    Es la iglesia (la que Cristo atraerá hacia Él y luego, vendrá con ella), el cuerpo de Cristo, hombres y mujeres cristianos, amados de Jesús quienes hoy son purificados con la Palabra de Dios para que así no tengan imperfección ni rugosidad en sus vidas. “así como Cristo amó a la iglesia y se entregó por ella para hacerla santa. Él la purificó, lavándola con agua mediante la palabra, para presentársela a sí mismo como una iglesia radiante, sin mancha ni arruga ni ninguna otra imperfección, sino santa e intachable.”, (Efesios 5:26-27). 
·    La Biblia te manda, en este tiempo de angustia y zozobra por causa de los desastres naturales, esta pandemia de COVID 19, las guerras, el odio en general a que vigiles y te refuerces, porque Cristo está a las Puertas.

Es la iglesia la que reinará con Jesús.

¿Qué debe estar haciendo hoy la Iglesia de Jesucristo?

  • Esperar ansiosos el regreso, personal, visible y corporal regreso de Cristo
  • No sabernos cuándo Cristo volverá, por lo tanto, la iglesia debe velar en Oración, en Su Palabra y en el poder del Espíritu Santo.
  • Todos los evangélicos concuerdan sobre los resultados últimos del regreso de Cristo.
  • Hay desacuerdo sobre los detalles de los eventos futuros.
  • ¿Podría Cristo volver en cualquier momento? Es la pregunta de todos, la respuesta es SI, y vendrá como ladrón en la noche, sin avisar, Él sorprenderá 2 Pedro 3:10
  • Tomar nota de los pasajes de la Biblia que predicen un regreso de Cristo súbito e inesperado.
  • Estar alerta de las señales que preceden el regreso de Cristo.
  • Estar predicando el evangelio a todas las naciones:
  • Saber identificar a los falsos profetas que harán señales y milagros:
  • Participar cada domingo del culto de la iglesia, de sus sus grupos pequeños y trabajar para el Señor en la siembra del Evangelio en cada corazón por medio de la iglesia (aun por los medios sociales).


Ptr. Eduardo Torres Martínez
 


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